miércoles, 24 de enero de 2007

Ruta por las Atalayas de la Vega de Granada.

ATALAYA DE DEIFONTES "Dar Al-Funt"

Como en otras mañanas de este invierno, que invita a salir y visitar los lugares que brinda nuestra tierra, no dudamos en salir corriendo por estas carreteras y visitar, la que denominaremos Ruta por las Atalayas de la Vega de Granada, comenzando por la Atalaya de Deifontes, un pequeño núcleo poblacional de unos 2300 habitantes, situado al pié de Sierra Arana, a la cual llegaremos por la C-336 tras abandonar N-323, poniendo rumbo a unos de sus monumentos históricos mejor conservados del municipio y lleno de historia e historias, que harían soñar y trasladarse a un tiempo lejano, pero cercano gracias a su legado monumentistico.
Nos proponemos realizar una visita a la Atalaya de Deifontes, municipio granadino, que data sus restos Árabes, Romanos y restos del Neolítico de entre 3000 y 4000 años de antigüedad.

Uno de los grandes atractivos de Deifontes, que nos reconfortará con unas espectaculares y amplias panorámicas de las sierras y vegas circundantes es la Atalayas que data de la época nazarí, cuando se construían en montes o lugares altos y bien visibles, como puntos de vigilancia y comunicación a modo de cinturón defensivo.

Durante la época musulmana, Deifontes perteneció al reino de Granada y se vio envuelta en cantidad de tropelías y escaramuzas al estar situada en la zona fronteriza entre los dos reinos.
Detalle de la Atalaya de Deifontes

Deifontes, alquería de Iznalloz, sería conquistada en 1.485. Tras la total reconquista del reino de Granada, en Deifontes viven los moriscos hasta 1.570 en que fueron expulsados, haciéndose una repoblación de ésta y otras tierras mayores que la anterior.



En cualquier caso, todas las culturas que se han asentado en Andalucía desde tiempos prehistóricos han dejado su impronta aunque, desde un punto de vista lingüístico, la mayor influencia se recibió del latín, muchos de cuyos términos se arabizaron o mezclaron llegando así hasta nuestros días. En Granada tenemos muchos ejemplos. Uno de ellos es el Deifontes (‘Dar al-Funt’) un topónimo híbrido formado por la voz árabe ‘Dar’ (‘casa, caserío’) y por la latina ‘Funt’ (‘fuente’) aunque otros muchos ni tan siquiera sufrieron esta fusión de términos sino que, simplemente, los árabes lo adaptaron del latín a su propia lengua (‘Cubella’=’Quballa’= Cubillas).







ATALAYA DE SIERRA ELVIRA "Torreón"
En el término municipal de Albolote, en el sistema montañoso denominado Sierra Elvira, encontramos otra de las Atalayas o como en este municipio se denomina "Torreón" que amplia el sistema radial de señales del reino nazarí y que cierra el circulo sobre la Alhambra.
Fue construida en el siglo XIII para vigilancia del llamado corredor de Cubillas y la Vega del Genil que eran las entradas hacía Granada. Es una torre de planta circular construida con piedras. En su interior tenia una sola habitación abovedada con chimenea y escalera de acceso a la terraza, cuentan que la entrada la tenia a unos 100 de lo que en si es la torre, colocada como la mayoría de estas Atalayas en un sitio casi inexpugnable, y muestra de ello es que hoy en día, continuan impunes al paso del tiempo y del bandalismo al que son acosadas.

La estrategia árabe de vigilancia y control del territorio no deja de ser curiosa. Desde la Atalaya de Deifontes, el Torreón del reino nazarí, se avisaba de cualquier incursión o ataque del enemigo a la torre más próxima. Los vigilantes hacían la ahumada en la chimenea, quemando el esparto húmedo (si era de día), o encendiendo un gran fuego en la terraza (si era de noche). de igual forma, utilizaban espejos para hacer señales entre las Atalayas, a fin de avisar de la presencia enemiga. Y así, de torre a torre, hasta alertar a la alcazaba más próxima, en este caso a la Alhambra, que tocaba a rebato formando a la tropa en el patio de armas, a la espera del jinete que había partido desde la atalaya fronteriza para dar noticias concretas.


Si la guarnición de la fortaleza era suficiente para atajar el peligro, allí finalizaba el sistema de señales y de alertas; en cambio, si el ataque o incursión enemiga era de mayor envergadura, continuaban las señales entre torres y alcazabas, y la galopada de relevos de los mensajeros hasta llegar a la capital, a Granada, que era alertada por las señales de su torre vigía más próxima, el Torreón de Albolote, situado en las estribaciones de Sierra Elvira. Este sistema radial de alerta era completado con otros circuitos secundarios de atalayas que avisaban a determinadas poblaciones y castillos, las cuales repasamos y visitamos a continuación.


En esta primera parte hemos visitado dos de las atalayas nazaries, mas cercanas a la Alhambra, y que junto a la de Iznallor y Huelma, eran capaces de alertar de presencia ostil, cuando estas se encontraba aún en lo que hoy conocemos como la provincia de Jaén, a casi un día de camino hasta la Alhambra y dicha alarma sería recibida en la misma en escasos 20 minutos.

ATALAYAS DE PORQUERIZA, MINGOANDRÉS Y DE LA SOLANA: en el término municipal de Moclín.

Continuamos nuestra marcha, y nos introducimos en una ruta recorrida en otra ocasión, seguimos los pasos de la localidad de Moclín, y tras dejar de largo su fortaleza, nos encaminamos a visitar tres Atalayas ubicadas al pié de su montaña, las nombradas de La Porqueriza, Mingoandrés y La Solana, las cuales seguro que nos desvelarán algunos de sus mas guardados secretos.

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